jueves, 26 de febrero de 2009

TLALTELOLCAZO DE MASCOTAS. MILENIO, JAIRO ALBARRAN.

¡Tlatelolcazo de mascotas en Jaltenco!

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Jueves, 26 Febrero, 2009

Más conmovedora que la acusación de Gómez Mont contra Fox & Creel por haber desmantelado el aparato de seguridad y descuidado la lucha contra el narco; más preocupante que peligre el piernón loco de Maribel Guardia; más asombroso que el jugoso aumento de sueldo que se autoaplicó la Nueva BandaTimbirIFE para no ser menos que la Suprema Corte, donde suelen despacharse con la humilde de las cucharas grandes; más tormentosa que el intercambio de barbarie entre Gabriela Cuevas, la adelita nice injertada en basilisco, y MarcheloEbrard que anda desatado; más abrumadora que la madriza que le habrá de aplicar la osa Carpinteyro a Luis Téllez, alias elSi-con-esa-boquita-comes-cómo-quedará-la-cuchara; más triste que nuestras playas que habrán de quedarse sin spring brakers temerosos de acabar en medio de una narcomatazón o en el hondo perol de un pozolero, justo cuando en Oaxaca están promoviendo el turismo nudista (nomás no se nos vaya a encuerar Ulises Ruin); pero mucho más horroroso que todo eso fue la salvaje matanza de perros y gatos en Jaltenco, Estado de México, donde en un acto profuso, confuso y difuso, un grupo de encapuchados que deben ser Los Zetas de la zoología, ejecutaron a machetazos a perros y gatos de una forma que sólo puede calificarse como el Tlatelocazo de las mascotas.

Setenta y cinco animales fueron masacrados bestialmente por una tribu bestial que se metieron a la brava a un departamento propiedad del señor Jesús Cervantes, en el peor estilo de los sicarios de un cártel, para masacrar cuadrúpedos.

Quizá haya sido un exceso que un albergue de animales estuviera situado en un espacio para nada diseñado con ese fin, pero eso de ninguna manera justifica el aberrante comportamiento de estos seres bajos y despreciables, abismo de porquería e inferioridad.

Lo mejor es que el presidente municipal de tan humanitaria localidad, fiel a los protocolos de todo político encumbrado, se lavó las manoplas. Germán Lugo Romero, en un derroche de imaginación ideológica, acusó al dueño del depa perruno de traficar con carne de caninos para las taquerías del rumbo. Por ésta y otras cosas más, este ser superior seguramente recibirá la debida exoneración de la Tremenda Corte. Si lo hicieron con Enrique Peña Nieto, por qué no lo iban a hacer con este munícipe que, a sabiendas de la situación crítica que había entre los vecinos y el encargado de albergar a los animalitos desprotegidos, no impidió la carnicería anunciada.

¡Culeros!

Entre más conozco a los hombres, más quiero a mi perro.

jairo.calixto@milenio.com

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